Todo inicio, engloba en sí una nueva oportunidad, esto versa un proverbio chino. Sin duda el año 2015 nos dejó en materia educativa muchísimos temas y debates que hasta la fecha aún no están culminados, enmedio queda nuevamente lo más importante, el destino de los casi 35 millones de alumnos que conforman uno de los sistemas educativos más grandes de América (de acuerdo al INEE, México tiene el tercer sistema educativo más grande de nuestro continente, únicamente superado por los de Estados Unidos y Brasil).
¿Qué nos depara el 2016? Comenzamos con el anuncio de que ahora sí, por fin tendremos la propuesta de un nuevo modelo educativo, tendríamos que reflexionar si no es tardía, debido al avance del sexenio gubernamental y considerando también que nuestro país no precisamente se caracteriza por la continuidad de las políticas públicas en prácticamente ningún ámbito. Mención aparte merecen las condiciones sociales, políticas, sindicales entre otras, que se han mezclado en materia educativa generando una compleja situación dentro del sistema educativo mexicano.
De la misma manera, inicia la aplicación de los certificados de infraestructura educativa nacional (conocidos como los bonos educativos), los cuales deberán ser seguidos con lupa, a efecto de contextualizar su impacto en la mejora sustantiva de las difíciles condiciones de infraestructura con las cuales operan día con día un porcentaje importante de las escuelas del nivel básico y medio superior en nuestro país. Así mismo, será importante conocer las siguientes etapas del reordenamiento administrativo del sistema educativo nacional, el cual cabe recordar inició con la recentralización de la nómina magisterial.
Uno de los temas que seguramente seguirán dando de qué hablar será el Servicio Profesional Docente, recordando que en febrero del 2016 tendremos los resultados del primer grupo de directivos y docentes que fueron evaluados, por lo que conocer éstos, sus implicaciones, así como decisiones que deriven de los mismos, nos darán una perspectiva importante de los avances o retrocesos de la Reforma Educativa 2013. En este sentido considero importante la necesidad de que tanto autoridades gubernamentales como las educativas mismas, así como otras instancias vinculadas de manera directa con este quehacer (como el INEE), realicen un ejercicio reflexivo de las fortalezas, las debilidades, pero sobretodo las oportunidades que irán surgiendo en este proceso a efecto de garantizar que éste cumpla con los fines predispuestos, recordando que la dinámica de la confrontación y la imposición no fueron, ni mucho menos serán las más convenientes para completar las acciones encaminadas a la búsqueda de una mejor educación en este país.
Reitero la necesidad de aperturar más espacios de debate, de intercambio de opiniones, experiencias… para cada uno de los actores educativos de este país, recordando que como lo señala Thomas S. Popkewitz “cualquier reforma encierra en sí un mito, pero también una realidad que no puede ni debe obviarse, por el contrario, debe admitirse desde quienes son y serán parte fundamental de la misma”.
Ante este contexto el inicio de un nuevo año, apertura nuevas oportunidades, desde luego siempre y cuando tengamos una claridad de lo que somos y lo que queremos ser, éstas precisamente me parecen son condiciones sobre las cuales no tenemos consenso en materia educativa en México, quizás por intereses particulares (de gobiernos, organizaciones, grupos políticos, sindicales), o por falta de oportunidades y espacios para quienes somos parte activa del sistema educativo, probablemente en sus esferas jerárquicas más bajas, pero sin duda, las más importantes y las que “activan y dan vida” al mismo.
Twitter: @IDHE85
Licenciado en Educación Primaria, maestro en Ciencias de la Educación y doctorante en Educación. Es asesor técnico pedagógico en la SEG y docente en el nivel superior y posgrado en la Universidad IEU.