A menos de siete meses de su puesta en marcha, en medio de un gran despliegue mediático, el programa Mi Compu.MX, a través del cual el gobierno federal dotaría de una computadora portátil (laptop) a cada uno de los niños de quinto y sexto grados de las primarias públicas del país, presenta graves fallas técnicas y operativas, informa El Universaal
En 13 planteles de Sonora y Tabasco —entidades donde, junto con Colima, el programa se estableció como plan piloto— se pudo detectar que al menos 50% de los niños no tenía consigo su computadora, pues los equipos, a decir de los propios alumnos, han presentado numerosas fallas como parpadeo y pantalla sin encender, mouse sin movimiento, baterías sin capacidad de carga, teclados “pegados”, así como problemas en el sistema operativo (Linux), que muchos alumnos o sus padres han tenido que sustituir por Windows.
Con una inversión de 753 millones de pesos, el plan piloto arrancó el 30 de octubre de 2013, cuando el presidente Enrique Peña Nieto entregó los primeros equipos de cómputo en Tabasco. Días más tarde, seguirían Sonora y Colima hasta hacer un total de 240 mil computadoras en las tres entidades.
Rosario de quejas
La escuela primaria República de Panamá se ubica a las afueras de la cabecera municipal de Nacajuca, en Tabasco. Cuando el 14 de noviembre pasado, los 217 alumnos de quinto y sexto grado de primaria recibieron sus computadores portátiles se pusieron felices, lo mismo que sus maestros. Pensaron que por fin contarían con una herramienta tecnológica útil en el proceso de enseñanza-aprendizaje. Sin embargo, siete meses después los resultados no han sido los esperados por las fallas mencionadas.
Además, muchos de los alumnos no le dan un uso correcto, pues las utilizan para descargar música, películas e incorporarle programas que las hacen más lentas.
“Como maestra yo sí estoy decepcionada en ese aspecto, en lo no funcional, en lo lento y también porque veo que en los hogares no hay esa cultura de aprovechar al máximo las computadoras portátiles con fines educativos”, comenta Carmen Magaña Ramón, profesora de quinto grado.
“No hay esa cultura del cuidado” y “no se les da el uso adecuado” en los hogares, añade.
En ese grupo, 35 alumnos fueron beneficiados con los equipos, pero alrededor de 15, más del 40%, presentan fallas. A eso se suma que las instalaciones eléctricas del plantel datan de muchos años, y, muchas veces, cuando se ponen a cargar las laptops, se va la luz.
El hecho de que no todos las tengan en buenas condiciones, lleva a que se junten grupos de tres o cuatro niños alrededor de una computadora, “y así no pueden aprender bien”, señala la docente.
Los problemas que presentan las computadoras en la República de Panamá se replican en otros planteles de educación primaria. En la José Guadalupe Concha, también de Nacajuca, se entregaron 86 equipos, de los cuales alrededor del 35% presenta “demasiadas fallas”, comenta su director, José del Carmen de la O Rodríguez.
En la escuela Manuel Sánchez Mármol, en el centro de Villahermosa, hay un problema adicional, pues la dirección del plantel giró oficios pidiendo que los alumnos no llevaran las computadoras para evitar robos, ante la ola de asaltos que se han registrado.
Sin Internet
Hay otro problema, porque aunque las computadoras cuentan con los aditamentos para conectarse y aprovechar las redes WiFi disponibles, la mayoría de las escuelas de Sonora no cuenta con Internet, y un gran número de alumnos, sobre todo de zonas marginadas, tampoco lo tienen en sus casas.
Es el caso de la primaria indígena 19 de Abril, del poblado Miguel Alemán, municipio de Hermosillo, comunidad que cuenta con 40 mil habitantes, con una población flotante de alrededor de 20 mil personas.
Esta escuela tiene un 40% de niños migrantes de las etnias triqui, mixteca y zapoteca, los maestros son hablantes de mayo, triqui y español.
Ruperto Moroyoqui Valenzuela, director del plantel, señala a este diario que no se cuenta con Internet y los alumnos tampoco tienen en sus casas, son hijos de jornaleros agrícolas; además, aquí se recibieron por lo menos cuatro computadoras con problemas en el sistema operativo y la reparación de éstas, así como las fallas que emergieron en el transcurso de los meses que han estado en manos de los estudiantes se ha tornado difícil.
Pero no sólo se trata de fallas técnicas, pues para el director de esta escuela, el contenido no está enfocado a la educación indígena y se hace necesario diversificarlo.
El programa piloto también incluyó a los centros educativos de educación especial. En este sentido, se entregaron computadoras a niños del Centro de Atención Múltiple (Came), que opera la federación. En estos planteles se atiende a débiles visuales, a niños con problemas de autismo, Síndrome de Down, déficit de atención y menores con parálisis cerebral.
Rocío Elizabeth Rodarte López, directora del Came 3, quien es especialista en audición y lenguaje, con maestría y doctorado en educación especial, reconoce la utilidad de la computadora.
Informó que se entregaron ocho equipos a niños con parálisis cerebral, sin embargo, enfatiza la directora, sólo tres menores tienen movilidad en sus manos y pueden utilizar las laptops con la ayuda de sus maestros y padres.
“Hay mucho por hacer, el gobierno federal busca fortalecer la educación inclusiva, pero también debe haber reglas de operación claras en los programas, los cuales deben de ser formulados por un equipo multidisciplinario y enfocarlos acorde a las necesidades de cada discapacidad”, refirió.
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