Jorge Isaac Alvarado Alcocer*
No sé ustedes, pero desde que el coronavirus apareció, nuestro entorno se llenó por completo de ese virus, las pláticas con la familia, con los amigos, en las redes sociales, la televisión y la radio giran casi en su totalidad acerca de él. Nuestro espacio público está completamente desbordado por el tema.
De un golpe, todos los temas pasaron a segundo término, la evolución de la pandemia ha sido como esa música de suspenso que se escucha de fondo en las películas de terror, nada más que ahora el peligro es real y la música no se detiene, ni el peligro. Al escribir esto llevamos cuatro semanas en cuarentena, cuatro semanas que estamos tratando de organizar todo en nuestros hogares, con nuestros hijos y también como mirando de reojo, tratando de organizar el trabajo escolar.
Para mí como docente de zona rural, me ha rondado por la cabeza una pregunta y aun no consigo responderla, la pregunta es ¿Cómo puedo adecuar la estrategia de educación a distancia a mi contexto? Es decir, si bien dicha estrategia podrá con algunas dificultades irse desarrollando en algunos contextos urbanos, en una comunidad rural la cosa no termina de cuajar, fundamentalmente por la falta de equipos y de conexión, así como de la imposibilidad de trasladarse casi a cualquier pueblo, por lo menos en Quintana Roo.
Me ha rondado mucho la idea acerca de la necesidad de diseñar, protocolos de atención a zonas rurales en caso de emergencia, me parece que en el país hay muchos directivos, docentes, investigadores, padres de familia y autoridades educativas que podrían ayudar en el diseño de dichos protocolos ya que estos podrían ayudar inclusive en casos de emergencias o fenómenos de cualquier tipo que requieran la reclusión por un largo periodo de tiempo en los hogares.
En ellos deberán estar involucrados todos los actores que convergen en la esfera educativa escolar, tanto las autoridades del CEPSE y de la APF, como de los diversos comités escolares que deberán formarse exprofeso para la ocasión.
Es importante que se diseñen estrategias que acompañen dichos protocolos, diseñar materiales imprimibles que acompañen toda la estrategia de tal forma que, ante el riesgo inminente de alguna contingencia, el personal directivo y docente de manera conjunta con el comité de actuación elegido para dicho fin, deberán preparar todos los materiales e irlos dosificando en su entrega según el tiempo de duración de la contingencia.
Hago un llamado a las autoridades educativas, a los compañeros maestros investigadores, a los maestros de mayor experiencia, a todo aquel que tenga una idea que crea que pueda funcionar y ayudar en esta situación inédita no solamente en nuestro país sino en el mundo, para que sumemos esfuerzos y busquemos soluciones juntos a los problemas generados por la pandemia.
No sé cómo acabará todo esto que nos está tocando vivir, pero sí sé que estamos todos en el mismo barco, sé que muchos están deseosos de ayudar de alguna manera, sé que muchos otros quieren reclamar las cosas que no se están haciendo bien. Creo que habrá tiempo para señalar los errores, pero este no es el mejor momento, este momento es momento de tratar de ayudar a construir soluciones y de mirar hacia el futuro.
Sé que nuestro espacio público está totalmente ocupado por el desarrollo de la pandemia, pero hagamos un esfuerzo por ocupar nuestra mente y capacidades en construir a partir de la nueva realidad, la realidad que hoy se nos impone bruscamente nos puede dejar atolondrados por un tiempo, pero debemos tratar de anticiparnos a lo que viene, sacudirnos el miedo y la ansiedad, y no dejar que nuestras neuronas se paralicen, hoy hay muchos temas educativos que tendrán que reinventarse y adecuarse, me parece que todos podemos aportar nuestro granitos de arena.
Puedo percibir que el miedo empieza a apoderarse de muchos de nosotros, lo sé porque me pasa igual, el miedo nos tiene atrincherados, pero si dejamos que el miedo tome el control absoluto de nosotros, habremos perdido la batalla antes de iniciarla siquiera.
*Profesor