Saúl Elizarraras Baena
Sin duda que las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) han impactado en las formas de enseñanza y en el aprendizaje de los estudiantes, ya sea de manera positiva o negativa. Es innegable que las TIC han sido un recurso para la práctica de la enseñanza y el aprendizaje.
Con el uso de las TIC, la enseñanza ha tenido la oportunidad de ser menos protagónica y, en consecuencia, el aprendizaje menos pasivo; no obstante, la interacción humana es indispensable porque da lugar a los encuentros y a los desencuentros, a la manifestación del sentir y a disentir del otro. Todo esto hace posible la conformación de un juicio tan necesario para la inteligencia humana.
Además, ofrecen una variedad de recursos educativos que permiten la reafirmación y la retroalimentación de los aprendizajes. A pesar de esto, suele suceder que los estudiantes pierden el interés por el esfuerzo cognitivo en otro tipo de ambientes de aprendizaje en los que se utilizan medios tradicionales como medios para la enseñanza (libros, cuadernos, etc.), los cuales no dejan de ser importantes para su formación.
Actualmente, se demanda al docente que se desempeñe con apoyo de las TIC, pues la política educativa al docente como un facilitador de los aprendizajes, es decir, se debe desenvolver como un guía que acompaña a los estudiantes en su proceso de formación en el que se debe fomentar su autonomía y de forma paralela, el trabajo colaborativo.
La perspectiva descrita se vuelve más compleja cuando en un país como México, se deben enfrentar retos para lograr configurarse como una sociedad del conocimiento. En este sentido, es innegable que, se carece de una infraestructura tecnológica en todas las escuelas a nivel nacional y a nivel familiar, es más grave la situación ya que muy pocas familias tienen la posibilidad de disponer de los beneficios de la conectividad.
Así, para los docentes es complicado complementar la interacción física con los estudiantes en ambientes de aprendizaje virtuales. En este sentido, se debe garantizar que la conectividad llegue a todas las escuelas del país puedan tener acceso a la conectividad y es aquí donde los empresarios pueden apoyar verdaderamente, pues no se limita al hecho de ofrecer cursos autogestivos de actualización docente.
Se tiene concordancia con Fainholc (2016) en el sentido de que se requieren otras formas de organización académica y administrativas para la educación en general en el marco de las demandas de la cultura digital y, sobre todo, para dar solución a las grandes crisis económico-políticas del capitalismo tardío.
De igual manera, se tiene coincidencia con el autor de que la incorporación de las TIC en el aula debe ser utilizada de manera integral en el proceso educativo, pues no se puede admitir que su uso se restrinja a la formación del capital humano para el trabajo que se desempeñe en forma eficaz y eficiente para que así, se pueda atender la grave crisis de la economía en su conjunto.
De manera particular, el uso de las TIC debe trascender hacia la búsqueda de soluciones que la propia sociedad demanda, tal es el caso del acceso a la justicia mediante prácticas democráticas en forma sostenida. Incluso, el uso de las TICS debe ser una gran oportunidad para que los educadores puedan fomentar de manera real y expedita, el desarrollo del pensamiento crítico de los estudiantes.
Fainholc (2016) plantea algunas argumentaciones que deben ser pensadas para determinar la agenda educativa en torno al uso de las TIC en el aula:
- Crear modelos flexibles de educación superior híbridos (off-online, presencial y mediados por TIC), acompañados de la evaluación profunda de sus programas de acción; aunque para quien escribe estás líneas, la evaluación no necesaria ni exclusivamente debe provenir de los decisores de las políticas generales e institucionales.
- Capacitar a los académicos e investigadores en las técnicas básicas de enseñanza digitales y concientizarlos para que organicen sus investigaciones no sólo en ambientes de aprendizaje presenciales sino también a distancia. Este punto es una de las prioridades que deben asumir todos los sistemas educativos, pues se podrá tener nociones con el uso de algunas aplicaciones, pero se requiere su sistematización para valorar sus alcances y limitaciones.
- Integrar de manera holística la formación pedagógica crítica y el uso reflexivo de las TIC para estimular la innovación colectiva creativa. En este caso, sólo se complementa la idea en el sentido de que la formación citada debe coadyuvar en la configuración de una sociedad más participativa para plantear alternativas de solución ante problemas ecológicos.
- Las universidades en América Latina deben ajustar sus programas de especialización con los nuevos perfiles laborales que demandan los propios ambientes digitales. Sin duda que esto es importante, pero no debe perderse de vista que ante todo la visión humanista debe prevalecer por encima de las necesidades y exigencias de los empresarios.
- La necesidad de actualizar y ampliar la infraestructura existente, principalmente en zonas rurales con la finalidad de promover los aprendizajes ubicuos. Esta propuesta es una necesidad urgente que debe ser tomada en cuenta con acciones concretas por parte de los gobiernos de toda Latinoamérica e incluso, crear redes interconectadas entre los países.
- Reconocer la posibilidad que brinda la tecnología en todas las esferas y con ello renovar/redefinir de forma permanente los paradigmas universitarios vigentes. Las TIC deben ser incorporadas con sentido crítico en todos los programas de estudio de todos los niveles educativos, pues sólo así, se garantizará la formación de los estudiantes sin fines instrumentalistas.
- Promover, valorar y recompensar la aplicación innovadora de tecnologías como parte de las funciones del investigador o científico. En este punto, se tiene concordancia en que se pueda reconocer ampliamente la importancia de que se incremente la realización de investigaciones educativas mediante el uso de las TIC como medios para la enseñanza.
- Articular nuevas concepciones pedagógicas y tecnológicas, contextuadas socio-históricamente para mejorar la situación de la educación virtual en América Latina. El camino que se ha seguido en México sólo se ha limitado a la formación de usuarios de la tecnología que poco ayuda a la conformación de una sociedad más participativa en la solución de sus problemas.
Para Cabero y Llorente (2015) la incorporación de las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC) en el ámbito educativo han traído consigo transformaciones, por ejemplo, se ha podido reconocer que el aprendizaje no se debe concebir de forma aislada e individual, sino que más bien debe ser dirigido en el marco de posiciones sociales y colaborativas.
Aunado a lo anterior, la teoría conectivista ha sido considerada como una de las principales influyentes en la nueva visión del aprendizaje colectivo mediante las redes como recursos para que los estudiantes puedan establecer sus propias conexiones y mantenerse actualizados para que la búsqueda a la solución de un problema sea bajo una visión global y no local.
Finalmente, los autores refieren que nuevas teorías del aprendizaje han surgido en el presente siglo, a saber:
- a) Aprendizaje rizomático. Se reconoce el caos implicado, su ramificación, heterogeneidad, dinamismo, difusionismo, divergencia, personalización, expansividad y multidireccionalidad.
- b) Aprendizaje autorregulado. El estudiante debe ser su propio organizador con activismo, participación y evaluación.
- c) Aprendizaje ubicuo. Aquí la vida cotidiana es el escenario para nuevas pedagogías y nuevas prácticas de aprendizaje, pues este no ocurre sólo en el aula, sino también en el hogar, en el lugar de trabajo, en el lugar de juego, en la biblioteca, en el museo, en el parque, etc.
En México, al igual que en la mayoría de los países de América Latina, se tiene como meta superar la brecha digital que existe entre zonas marginales del país, las cuales carecen de acceso a los servicios de internet. Esto implica que se pueda erradicar la exclusión digital y así, incidir en la conformación de la sociedad del conocimiento con enfoque en la pedagogía crítica para que mediante el uso de las Tecnologías de la información y Comunicación se pueda lograr la emancipación de los individuos y no sólo que sean usuarios expertos (consumidores) en el uso del internet de las cosas.
Los retos y desafíos para esta década se han incrementado potencialmente, pues se encuentra en marcha la Cuarta Revolución Industrial y eso implica que, las acciones de parte de los sistemas educativos de los países de América Latina se deban enfrentar con mayor voluntad.
Respecto a la propia experiencia docente, se reconoce la importancia de la sistematización de la planificación docente o bien, de modo específico para el diseño de situaciones de aprendizaje que puedan resultar del interés de los estudiantes, ya que de su éxito se encuentra estrechamente relacionado con el desarrollo de la práctica docente.
Derivado de lo anterior, para mejorar la praxis educativa, es necesario incorporar estrategias de enseñanza que permitan a los estudiantes reconocer la interacción de los contenidos de aprendizaje entre diversas disciplinas científicas sin menoscabo de la interacción con su entorno social.
De modo específico, las TIC representan una gran oportunidad para explorar y comprender los fenómenos sociales y naturales en función de la modelización matemática.
Comúnmente, se ha concebido a las Matemáticas como un cuerpo de conocimientos claros y precisos que no cambian, los cuales no pueden ser creados, también se les considera como una disciplina útil, basada en una colección de conceptos, reglas y algoritmos cuyo objetivo es la manipulación de números o letras y la demostración de teoremas geométricos.
Aquí se concibe a la Matemática como un cuerpo de conocimientos que se pueden desarrollar y aplicar a nuevos problemas para el establecimiento de nuevas relaciones, lo cual permitirá el análisis permanente de los contenidos y sus propósitos que se deben incluir en los programas oficiales.
Referencias
Cabero, J. y Llorente, M. del C. (2015). Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC): escenarios formativos y teorías del aprendizaje. Revista Lasallista de Investigación. 12, 2; pp. 186-193. Recuperado de: https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=69542291019
Fainholc, B. (2016). Presente y futuro latinoamericano de la enseñanza y el aprendizaje en entornos virtuales referidos a educación universitaria. RED. Revista de Educación a Distancia. 48, pp. 1-22. Recuperado de: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=54743590002
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