La educación pública buscará ser un instrumento para la equidad y la inclusión, ésta es la idea esencial de la nueva política educativa. En su primera intervención pública como secretario, el maestro Esteban Moctezuma Barragán, dijo que de la consulta sobre educación que se llevó a cabo en 31 entidades federativas del país, se concluye que los docentes demandan la creación de una nueva escuela mexicana.
“El magisterio propone, dijo, la construcción de una nueva escuela mexicana: aumentar las escuelas de Tiempo Completo; instrumentar un mecanismo para entregar de manera directa los recursos de la SEP a las escuelas; dotarlas con servicios de cocina, comedor y alimentación en las zonas más pobres, y asegurar que tengan infraestructura digna, con energía eléctrica, agua potable, baños limpios, y conexión a internet”.
Existe, además, un reclamo social para que esta nueva escuela mexicana sea culturalmente inclusiva —condición insoslayable para que surja una unidad nacional construida desde la sociedad. En otra parte, Esteban señaló que en la consulta la sociedad demandó reconocer la diversidad regional y cultural de nuestro país y que esa diversidad debe proyectarse en los planes de estudio, programas, evaluaciones y acciones en el sector educativo; urge, dijo, rescatar la educación indígena, las lenguas indígenas, la educación especial y las propuestas alternativas y con fundamento que emerjan en el escenario nacional.
La nueva escuela mexicana podrá construirse sobre la base de renovar el compromiso con la educación de los padres de familia. Es indispensable, dijo Moctezuma Barragán, que los padres acompañen a sus hijos durante el trayecto escolar; muchos padres piden que la escuela eduque a sus hijos, pero ellos mismos lamentablemente renuncian a la tarea de educarlos en el seno de la familia.
En realidad, la tarea educativa debe de ser una tarea de todos. La nueva escuela mexicana, por lo mismo, será una escuela abierta a la sociedad para que sea una verdadera comunidad de aprendizaje. Los niños no deben aprender en la escuela lo que después desaprendan en el hogar o en otros lugares fuera de las aulas.
Los maestros no se oponen a la evaluación, se oponen a las evaluaciones punitivas. ¿Cómo nos vamos a oponer a la evaluación —dijo una maestra de Sonora— si nosotros somos evaluadores? En efecto, la evaluación es un componente inseparable de la pedagogía. Lo que se requiere, dice Moctezuma, es que la futura evaluación docente sea una evaluación diagnóstica que arroje datos precisos sobre las necesidades de formación de los docentes.
“Para el presidente Andrés Manuel López Obrador, dijo Esteban, la educación es base de la Cuarta Transformación. Este gobierno parte del convencimiento de que la educación es un derecho, un derecho de todos que hay que hacer efectivo, y no un privilegio de unos cuantos. Por ello, México reclama equidad en la educación”.
Equidad no es igualdad, equidad significa que no basta con dar lo mismo para todos, sino dar más a quién más lo necesita. Por eso, en la nueva política se concentrará el esfuerzo educativo en las zonas escolares más necesitadas.