Sylvie Didou Aupetit
Cinvestav-DIE
El Departamento de Investigaciones Educativas (DIE) del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav) cumple 50 años, en septiembre 2021. Previendo que la prolongación de la pandemia de Covid-19 impediría reuniones “en casa”, su Colegio de Profesores puso en marcha una Comisión encargada de organizar los festejos a distancia para que ese medio siglo de existencia no pase desapercibido. La pestaña de la Conmemoración está ubicada en el sitio Web del DIE. Los primeros productos que los miembros de la Comisión elaboraron, con el concurso de auxiliares, estudiantes y personal de apoyo, están disponibles.
Además del agradecimiento que, en tanto coordinadora de dicha Comisión, quisiera manifestar hacia quienes participaron con entusiasmo y dedicación en esa labor durante los pasados meses, en ese artículo, quisiera compartir algunas reflexiones sobre los obstáculos con los que nos topamos para cumplir nuestros objetivos: en mi opinión, más allá de las particularidades del Departamento nuestro, son de interés general para las instituciones de educación superior.
Uno tiene que ver con la información que las instituciones comparten, hacia dentro y fuera, sobre su historia propia, sus hallazgos y sus resultados. La cuestión es de actualidad : en efecto, organismos como el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT) hacen cada vez más énfasis en la comunicación como responsabilidad de los centros de educación superior y de investigación. Una revisión sistemática de los contenidos de nuestra página Web reveló esfuerzos para socializar proyectos y productos publicados de investigación (cuando las disposiciones sobre protección de los derechos de propiedad lo autorizan) y presentar hitos relevantes en el recorrido institucional. Arrojó, por el lado negativo, una ausencia de datos sobre la posición que ocupa el DIE en su área, valorando sus aportaciones a las ciencias de la educación o a la formación de estudiantes.
Repasé las páginas Web de varias instituciones, para cerciorarme de lo que ellas “daban a ver” acerca de su identidad. Me di cuenta de que, con matices, casi todas experimentaban dificultades similares a las nuestras. Eso, pese a que los académicos estamos agobiados por requerimientos, incesantes y repetitivos, de rellenar formatos, siempre incompatibles unos con otros, para fines de financiamiento o de rendición de cuentas. Sin embargo, no más interrumpimos nuestras labores esenciales de indagación y de formación para hacerlo y…. desaparecen los dichosos datos “indispensables” en recovecos o en gavetas de donde raras veces vuelven a salir.
No abundaré en las razones que explican la perdurable ausencia de bases de datos institucionales y el constante desperdicio de la información. Remiten tanto al desbocamiento de la burocracia como a la ineficiencia de las estructuras de gestión, a la hipertrofia de los procesos de aseguramiento de calidad vía indicadores y a una obsoleta cultura política de la confidencialidad según la cual información es poder. Sólo diré que subrayan la impostergable urgencia de integrar Numeralia institucionales, sólidas, estratégicas y congruentes.
En un contexto desfavorable para organizar ese aniversario, por la falta de cifras y por una imposibilidad de acceder a los archivos, debido al confinamiento, revisamos los documentos accesibles. Sobre todo, pero sin la pretensión de hacer etnografía digital, echamos mano de recuerdos, compartidos o discrepantes, y de entrevistas para reconstruir quiénes fuimos y proyectar quiénes aspiramos a ser.
Para abonar a esa reconstrucción, la Comisión procuró que el quincuagésimo aniversario del DIE fuese lo más incluyente posible y aglutinara a todos los que “habitan” el espacio institucional y aseguran su funcionamiento. Con esa preocupación, giró invitaciones a egresados, para que intervengan en el ciclo de mesas redondas sobre los aportes del DIE, cuya realización está programada en el próximo mes de octubre. Propuso a las generaciones Covid de estudiantes exponer sus avances de tesis, mediante infografías. Solicitó a los auxiliares y al personal de apoyo transmitir sus experiencias de vida laboral. Videos, infografías y fotos, antiguas o recientes, están a vista, enriqueciendo la iconografía institucional.
Esas invitaciones, además de hacer audible una polifonía de voces, pretendieron apuntalar un sentido de pertenencia. Varios especialistas en el análisis organizacional y en la exploración de los ethos institucionales señalaron que una honda segmentación de intereses y de representaciones caracteriza hoy los colectivos universitarios y, frecuentemente, los separa o los confronta. Las reconfiguraciones de sus identidades o sus difracciones son, por cierto, fenómenos por investigar, en todo el sistema nacional de educación superior.
En vísperas de dar el banderazo de salida a los festejos, no estaremos de manteles largos y esperando sus visitas a nuestro Departamento, como ocurrió cuando el DIE celebró sus 25 años, de manera presencial. Esperamos, sin embargo, que echen una ojeada a nuestra página Web y asistan al ciclo virtual de mesas académicas de discusión quiénes estén interesados en las encrucijadas de la disciplina, así como quiénes compartieron con nosotros momentos gratos o importantes, en alguna etapa de su trayectoria y de su vida.