Hacia una educación pertinente y relevante
Rosa Guadalupe Mendoza Zuany
Consideramos que la transformación del mundo es posible. Para ello es crucial trabajar en la pertinencia y la relevancia de la educación a través de métodos para articular conocimientos indígenas-locales y conocimientos escolares, es decir, que nos ayuden a lograr aprendizajes situados y en conexión haciendo énfasis en formas de afrontar la crisis socio-ecológica que vivimos y se acentúa. La escuela es un espacio desde el cual podemos trabajar para superarla.
Desde el proyecto de investigación educativa y acompañamiento de docentes denominado “Aprendizaje situado para la sustentabilidad a partir de narrativas locales sobre preocupaciones, conocimientos y prácticas socio-ecológicas y su articulación a los conocimientos escolares”, un grupo de investigadores y estudiantes de posgrado en la Universidad Veracruzana (UV) intentamos contribuir con un método específico para conectar conocimientos – tanto locales como escolares – para la transformación del mundo en que vivimos. Este proyecto ha sido merecedor al Premio a la Investigación Interdisciplinaria 2019-2020 de la UV.
Las ideas ejes del proyecto sostienen: 1) que todos somos sabedores – no sólo los sabios de las comunidades – y podemos contar historias sobre cómo nos cuidamos a nosotros mismos y a nuestro entorno, tanto en lenguas indígenas como en español; 2) que las historias reales, cotidianas y presentes desencadenan preguntas situadas y muestran conocimientos y prácticas locales con los que la niñez indígena y rural está en contacto cotidiano; 3) y que a partir de narrativas podemos desarrollar secuencias de aprendizaje que conecten conocimientos locales-indígenas y conocimientos escolares contenidos en el currículum nacional; 4) que los aprendizajes en conexión propician acción para transformar nuestro entorno poniendo en el centro los retos socio-ecológicos que debemos encarar; y 5) que sin un entorno sano en el que podamos habitar no podríamos embarcarnos en la revitalización de las lenguas indígenas ni en la reproducción de las culturas indígenas desde una perspectiva dinámica de éstas.
Estas ideas sustentan un proyecto que se desarrolla en México, India, Sudáfrica y Alemania, países en los que la población rural e indígena comparte preocupaciones y retos socio-ecológicos, y muestra también aspectos específicos que se deben resolver. En los cuatro países, el principal interlocutor es el docente que se interesa en posicionar los retos socio-ecológicos – tan escasamente abordados en las escuelas – en los procesos de aprendizaje haciéndolo de una forma transversal y no a través de asignaturas de educación ambiental; además es un docente que se interesa en reconocer el conocimiento local-indígena en la escuela, de preferencia y si es posible, abordándolo desde la lengua originaria. La vinculación de la dimensión cultural y la socio-ecológica es crucial para la sobrevivencia de los pueblos indígenas; los saberes que en ambas dimensiones se producen deben confluir para caminar hacia una transformación de las condiciones de crisis que enfrentamos. La educación es fundamental para ello.
Partimos de la necesidad de que el aprendizaje situado y en conexión incorpore una dimensión de acción y de construcción de conocimientos, que supere la idea de transmisión de conocimiento y evaluación de su enunciación. Nuestros objetivos son: 1) contribuir a generar, enlazar y potenciar conocimientos y acciones desde la escuela que puedan coadyuvar a enfrentar el colapso socioecológico en el ámbito local y regional; y 2) reconocer los conocimientos locales y la innovación socioecológica generada en procesos de sobrevivencia y resistencia de poblaciones vulneradas históricamente en el contexto escolar.
Para todo lo anterior, desarrollamos progresiones de aprendizaje que inician con un elemento crucial: narrativas que creamos y que derivan de historias reales, cotidianas, contadas por personas de las comunidades que no necesariamente sean considerados sabios. Las historias son documentadas en las comunidades y muestran las principales preocupaciones y retos sobre el cuidado de la comunidad y del entorno; en ellas, se identifican temas y conocimientos que se conectan a temas específicos del currículum. Esta conexión puede mostrar complementariedad de prácticas y conocimientos locales, pasados y presentes, con conocimientos que emergen de la escuela; prácticas que deben transformarse con fundamento en la articulación de conocimientos locales y escolares; prácticas locales que deben posicionarse y fortelecerse con fundamento en los conocimientos que posee la comunidad.
Queremos enfatizar que las narrativas son centrales ya que constituyen un elemento creativo y detonador en la progresión de aprendizaje. Hemos trabajado con escuelas donde los docentes no son hablantes de lenguas indígenas y donde los alumnos sólo hablan su lengua materna pero no la escriben ni la leen. Para estos casos, la narrativa que da inicio a una progresión de aprendizaje también se presenta en audio en la lengua materna de los estudiantes, y así los niños y las niñas pueden escucharla en su lengua, aunque no puedan leerla. Las actividades de la progresión de aprendizaje – que implican investigación en el contexto local, reflexión y análisis de los hallazgos en diálogo con conocimientos escolares, así como la definición de acciones y retos concretos hacia el cuidado de la comunidad y el entorno – pueden desarrollarse en lenguas indígenas.
La intención es que los docentes conozcan la propuesta y que implementen progresiones de aprendizaje que se adecuen a sus contextos y que ya se encuentran desarrolladas; experimenten su implementación; y se animen a desarrollar sus propias progresiones de aprendizaje con acompañamiento. Esto constituye un método, de muchos posibles, para conectar conocimientos, concretar la pertinencia y la relevancia de la educación, no sólo desde un punto de vista cultural, sino también desde una dimensión socio-ecológica tan necesaria ante la crisis que enfrenta un planeta en el que cultura y naturaleza no están separadas. Reafirmamos: la escuela es un espacio desde el cual podemos trabajar para afrontar los retos locales y globales.